25 de octubre de 2019

Hang on to a dream de Tim Hardin


Tim Hardin era un alma con una sensibilidad especial para la música. Sus canciones intimistas fueron a finales de los 60 un ejemplo de como hacer buena música sin grandes aspavientos. Arreglos sencillos, voz espectacular y letras emotivas y desoladoras.


Tim abandonó a los 18 años los estudios para meterse en el Cuerpo de Marines, pero muy pronto le expulsaron después de un consejo militar. Su mentalidad hippie no sería bien recibida... De allí se va a Nueva York donde comparte circuito musical con gente como Bob Dylan y Joan Baez en el famoso barrio de Greenwich Village. Allí, entre piedras rojizas, teatros, bares y clubes de jazz Tim comienza a componer canciones magistrales. También comienza su adición a multitud de drogas, fundamentalmente la heroína. En esta época, el circulo de Andy Warhol, que andaba haciendo cosas experimentales artísticas en Nueva York, lo empieza a llamar Tim Heroin. Uno de sus compañeros en estos malos hábitos era un tal Lenny Bruce, con el cual compartía piso. Lenny Bruce fue pionero en el stand-up americano, con un humor ácido que le llevó a prisión en varias ocasiones (no os perdáis la maravillosa película Lenny, donde Dustin Hoffman recrea su personalidad de una manera portentosa).

En 1965 se muda a Los Ángeles y comienza una relación amorosa con la actriz Susan Moore, relación con varias idas y venidas. En los 2 años siguientes graba 2 maravillosos discos: Tim Hardin 1 y Tim Hardin 2. A pesar de las grandes críticas que consiguió gracias a ellos tuvo que soportar como sus canciones se hacían realmente famosas con las interpretaciones de otros artistas como Bobby Darin. Éste consiguió un éxito brutal con la canción de Tim If I Were a Carpenter.
Tim Hardin pasando el rato durante el festival de Woodstock
1969 fue un año catastrófico para Tim. Encerrado en una cabaña de Woodstock, al igual que Bob Dylan por esa época, graba Suite For Susan Moore and Damion: We Are One, One, All In One. Este álbum que trataba sobre su relación no fue del agrado de Susan, que abandonó a Tim definitivamente. Después de ésto Tim siguió en su espiral de heroína, alcohol, depresiones y conciertos lamentables. Era muy habitual ver a Tim olvidándose de las canciones, durmiéndose frente al piano, empezar sus actuaciones con los instrumentos desenchufados o incluso no presentarse si quiera, debido a su miedo escénico.

1969 es también el año del famoso festival de Woodstock, y Tim estuvo allí dejándonos un trozo de su alma en cada sílaba que entonaba. A pesar de la grandeza de su actuación no apareció ni en la película ni en los discos recopilatorios de la época.

Los últimos años de Tim
Volvió a Inglaterra para intentar desintoxicarse, pero la heroína enseguida regresó a sus venas. Los siguientes años transcurren entre discos con algunos atisbos de su genialidad y los típicos conciertos que ya hemos descrito. Un año antes de su muerte, en su pueblo natal y gracias a su amigo del instituto Phil Freeman se pudo ver un gran concierto de Tim. Hacía años que no daba un concierto de tanta calidad. Fue el último, el último resplandor de un genio. Ese último resplandor hizo que volviera a Los Ángeles para grabar de nuevo un gran disco. Pero no le dio tiempo. El 29 de diciembre de 1980 murió de una sobredosis de heroína y morfina.

En Woodstock cantó How Can We Hang On To A Dream. Imposible no estremecerse al escucharle: "Todo es un sueño. ¿Cómo podemos aferrarnos a un sueño?¿Cómo puede ser en realidad tal y como parece?" 

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