20 de diciembre de 2019

El Highway 61 revisited de Bob Dylan

Bob Dylan en un concierto en 1965
Pocos discos en la historia han despertado tantas pasiones encontradas como el lanzamiento que en agosto del 65 hizo Bob Dylan. Antes de su grabación ya hubo un primer momento en que los seguidores del folk expresaron su opinión al respecto: el festival folk de Newport de ese mismo año. El set eléctrico fue abucheado por gran parte del público. Le acusaron de "Judas" por incorporar sonidos eléctricos dejando la pureza del folk más desnudo, pero lo cierto es que el disco marcó un antes y un después en la historia del rock. El título de este disco proviene de la famosa autopista 61, nombrada en numerosos blues clásicos,  la cual supone cruzar la frontera del sur profundo de los EE.UU., escapando hacia la novedad del norte. Le acompañaron en este viaje músicos como Mike Bloomfield (guitarrista de la Paul Butterfiel Blues Band) o Al Kooper y los productores Tom Wilson (que había trabajado con gente como Simon & Garfunkel y que posteriormente lo haría con Frank Zappa o la Velvet Underground) y Bob Johnston.

El disco comienza con un golpe que muchos han considerado un disparo para abrir la mente y desperdigar los sesos ante algo nuevo. Like a Rolling Stone. Su larga duración y su sonido pesado hicieron que la compañía tuviera serias dudas de lanzarla como sencillo, pero rápidamente se convirtió en un clásico que impactó a gente como Hendrix, Zappa o McCartney. Su grabación fue algo caótica, cambiándola de tonalidad, de compás, añadiendo diferentes instrumentos, etc. Fue clave el momento en que Al Kooper, por entonces un músico de sesión novato, tocó el órgano y Dylan exigió que sonara más fuerte en las mezclas. Durante 3 días realizaron cerca de 30 tomas. "Tenía diez páginas. No tenía título, eran unas rimas en un papel, todo sobre mi odio estable dirigido hacia algún punto que era honesto. Al final, no era odio, era decirle a alguien algo que no sabía, decirle que tenía suerte. Venganza, esa es una palabra mejor. Nunca había pensado en esto como una canción, hasta que un día estaba en el piano con el papel y cantando How does it feel? ("¿Cómo se siente?") a cámara lenta, extremadamente lenta".

Hubo un tiempo en que vestías tan bien,
lanzabas una moneda a los vagabundos 
desde tu pedestal, ¿no?
La gente te avisaba, 
“Cuidado nena, te vas a caer”
Pensabas que todos bromeaban.
Te acostumbraste a reírte de
todos los que estaban hundidos,
ahora ya no hablas tan alto,
ahora ya no pareces tan orgullosa
de tener que gorronear
tu próxima comida.

¿Qué se siente,
qué se siente,
al estar sin un hogar
como una completa desconocida
como un canto rodante?.

Has ido al mejor colegio, muy bien, 
Señorita Solitaria
pero sabes que sólo lo usaste
para aprovecharte
nunca nadie te enseñó
cómo vivir en la calle
y ahora te das cuenta
que vas a tener que acostumbraste.
Decías que nunca te comprometerías
con el misterioso vagabundo, 
pero ahora te das cuenta
de que no vende ninguna coartada
mientras miras fijamente en el vacío de sus ojos
y le dices, ¿quieres hacer un trato?.

¿Qué se siente,
qué se siente,
al estar contigo misma
al estar sin un hogar
como una completa desconocida
como un canto rodante?.

Nunca te volviste para ver
los ceños fruncidos de los malabaristas
y los payasos
que hacían sus trucos para ti,
nunca comprendiste que eso no estaba bien,
Permitiste que otras personas
se divirtieran por tí.
Solías cabalgar sobre el caballo cromado
con tu diplomático,
que llevaba en su hombro un gato siamés.
¿No fue duro cuando descubriste
que desapareció después
de robarte todo lo que pudo?.

¿Qué se siente,
qué se siente,
al estar contigo misma,
al estar sin un hogar
como una completa desconocida
como un canto rodante?.

La princesa en la torre
y toda la gente guapa
bebiendo, pensando que han triunfado,
todos cambiando preciosos regalos
pero será mejor que te quites tu anillo,
será mejor que lo empeñes, nena.
Tú que solías divertirte tanto
con el haraposo Napoleón
y con el lenguaje que usaba,
vete con él ahora que te llama,
no puedes negarte,
cuando no tienes nada, 
no tienes nada que perder,
ahora eres invisible,
no tienes secretos que guardar.

¿Qué se siente,
qué se siente,
al estar contigo misma
al estar sin un hogar
como una completa desconocida
como un canto rodante?.

El 5º corte del disco es un excelente blues suburbial, sucio, irónico y crítico en su letra: Ballad Of a Thin Man. Aquí aprovechamos para recomendaros un biopic sobre Dylan extraño pero maravilloso: I'm not there. En ella actores como Heath Ledger, Christian Bale, Richard Gere o Cate Blanchet encarnan a Bob. En este vídeo que ponemos veréis la increíble transformación de Cate y la versión de Ballad Of a Thin Man. ¡Y todo subtitulado amigos!

El 7º corte del disco es el que da título al mismo. Versionada incluso por Johnny Winter.  La canción nos cuenta en cada estrofa la historia de un personaje diferente con problemas que finalmente se resuelven con la llegada a la Autopista 61. Autopista de culto. Robert Johnson hizo su pacto con el diablo en un cruce de la Autopista 61 con la 49 y Martin Luther King murió asesinado muy cerca de ella.

Dios dijo a Abraham, “Mátame un hijo.”
Abram dijo, “Tío, debes estar de broma.”
Dios dijo, “No.” Abram dice, “¿Qué?”
Dios dijo, “haz lo que quieras Abe, 
pero sino la próxima vez que me veas
más te vale que salgas corriendo”
Abram dijo, “¿Donde quieres
que sea esa muerte?”
Dios dijo, “Fuera, en la Autopista 61”

Georgia Sam, tenía una nariz sanguinolenta,
el Departamento de Bienestar no le quería
dar ropas,
le preguntó al pobre Howard, “¿Dónde puedo ir?”
Howard le dijo, “Que yo sepa sólo hay un lugar”,
Sam dijo, “Tío, dímelo rápido, tengo que escapar.”
El viejo Howard tan sólo señaló con su pistola,
y dijo, “Aquél camino baja a la Autopista 61.”

Mack el chivato dijo al jefe Louie,
“Tengo cuarenta cordones de zapatos rojos,
blancos y azules
y un millar de teléfonos que no suenan.
¿Sabes donde puedo deshacerme
de todas estas cosas?”
Y Louie el Rey dijo,
“Déjame pensar un minuto, hijo”,
y dijo, “sí, pienso que se puede hacer,
sólo llévalo todo abajo, a la Autopista 61”

La quinta hija en la duodécima noche
le dijo al primer padre que las cosas no iban bien,
“El color de mi cara -le dijo- es demasiado blanca.”
Él dijo, “Ven aquí que te vea a la luz.”
Dice, “Hmm, estás bien,
déjame que le cuente a la segunda madre
lo que ha ocurrido.”
Pero la segunda madre estaba
con el séptimo hijo,
y ambos estaban fuera, en la Autopista 61.

El vagabundo errante estaba muy aburrido,
estaba intentando organizar
la próxima guerra mundial,
encontró un promotor que casi levitó del suelo,
y que dijo, “Nunca antes se me contrató
en algo parecido,
pero sí, pienso que puede hacerse fácilmente,
sólo pondremos afuera algunas gradas al sol,
y la armaremos en la Autopista 61”

"No voy a ser capaz de hacer un disco mejor que aquel... Highway 61 es demasiado bueno." Que razón tienes Bob... 

13 de diciembre de 2019

La última cama de Mama Cash

La gran Cass Elliot
Cass Elliot fue una grande de la música, y no va con segundas... Ellen Naomi Cohen, más conocida con su nombre artístico de Cass Elliot (en homenaje a la actriz Peggy Cass y a un amigo) tenía una voz soprano increíble, que conquistó a toda una generación.

The Mamas & The Papas
En 1965 entró a formar parte de The Mamas & The Papas junto a John y Michelle Phillips y Denny Doherty. Ese mismo año sacaron el single California dreamin, aupándolos al estrellato y convirtiéndose enseguida en símbolo del hippismo, del vive feliz, disfruta, paz, amor y todas esas cosas. Por desgracia el grupo duró poco, sobre todo por los problemas amorosos. Ya sabemos en que años estamos, las fiestas (en la autobiografía de Michael Cane asegura que en una de las fiestas en la casa de Mama Cass coincidieron Manson, La Familia y sus futuras víctimas Sharon Tate y su peluquero), líos amorosos, drogas y demás fueron causa de diversos problemas dentro del grupo. Mama Cass tenía una lista de amantes inabarcable, entre ellos varios narcotraficantes...

Cass siguió en solitario cosechando grandes éxitos musicales y televisivos, teniendo su propio show. En televisión se pudo ver la personalidad arrolladora de Mama Cass, que contaba con un carisma innato y un gran sentido del humor.

En julio de 1974 ofreció durante 2 semanas conciertos en el London Palladium con las entradas totalmente agotadas. El 28 de julio, llamó desde su habitación a Michelle, antigua compañera, para decirle lo inmensamente feliz que estaba. Poco después murió de un paro cardiaco mientras dormía. Tenía 32 años. La prensa se cebó con ella diciendo que había muerto atragantada mientras comía tumbada un sandwich de jamón york y bebía una cocacola. El culpable, el doctor encargado de certificar la muerte, que describió la la prensa la escena que se encontró, un tal Anthony Greenburgh. 

El piso maldito
La última cama de Cass estaba en el piso número 12 del 9 de la calle de Curzon Place, Shepherd Market, en uno de los barrios más lujosos de Londres, el barrio de Mayfair. El piso se lo había alquilado un tal Harry Nilsson. 4 años más tarde dormía y moría en esa misma cama Keith Moon, después de tomarse 32 pastillas de Clometiazol. También tenía 32 años. Harry Nilsson siempre pensó que ese piso estaba maldito.