Albert Hunter nació en
Memphis, Tennesse el 1 de abril de 1895. Tuvo una infancia
difícil. Su padre, Charles Hunter,
se fue cuando era una niña. De hecho, Alberta
dijo que nunca lo conoció.
Su padre
trabajaba como maletero de Pullman.
Tenían ese nombre debido a George
Pullman. Después de la Guerra Civil
estadounidense (1861-1865) buscó a antiguos esclavos, que después de la
guerra se habían quedado sin oficio, para trabajar en los coches cama del
ferrocarril. George fue pionero en
la idea de este tipo de vagones. Su trabajo consistía en saludar a los
pasajeros, llevar equipajes, arreglar las literas, servir comidas y bebidas,
abrillantar los zapatos y mantener siempre la sonrisa. Además debían de estar
disponibles 24 horas. En 1925 los Pullman
Porter fundaron el primer sindicato negro y fueron un instrumento básico en
el movimiento de los Derechos Civiles.
Hasta 1960 todos los maleteros de
Pullman fueron negros.
Después
de la huida del padre de Alberta, a
su madre, Laura Peterson, no le
quedó más remedio que trabajar como empleada doméstica en un burdel para
mantener a la familia. En 1906 se volvió a casar. Alberta no estaba conforme con la nueva situación familiar, así que
con 11 años se fue a Chicago con la
esperanza de convertirse en cantante. Ya que había escuchado que pagaban 10$ a
la semana.
En Chicago, sin embargo, le tocó trabajar
en una pensión por 6$ a la semana, pero con el alojamiento y la comida
incluidos. Su madre, poco tiempo después, se mudó con ella.
En 1910
comenzó su carrera como cantante en el burdel Dago Frank’s y pronto le siguieron los clubs. En 1914 tuvo la
suerte de recibir lecciones del gran pianista de jazz Tony Jackson. Éste le ayudó a ampliar su repertorio y a componer
sus propias canciones.
Dio un
paso importante cuando la contrataron en el Club de Panamá, un club con clientela exclusivamente blanca y que
constituía una cadena con locales en varias ciudades. Al principio Alberta cantaba en la planta de arriba,
lejos del evento principal que se desarrollaba abajo. “La multitud no se quedaba abajo. Subían las escaleras para escucharnos
cantar blues. Ahí es donde me inventaba versos y cantaba según avanzaba la
canción.” Muchos afirman que su atractivo se basó precisamente en eso, en
improvisar letras para satisfacer al público.
De ahí
saltó al Dreamland Café en 1917,
donde ya ganaba 35$ a la semana. Aquí cantaba con King Oliver y su banda. King
Oliver escribió multitud de canciones de jazz que todavía hoy se tocan,
como Sweet Like This o Doctor Jazz. Fue el mentor y maestro de Louis Armstrong, que dijo de él: “Si no hubiese sido por Oliver, el jazz no
sería lo que es hoy.”
Ese año,
también viajó por Europa, actuando
en París y Londres. Allí la trataron como una artista mostrándole respeto y
reverencia, algo que le causó una gran impresión al venir de un país donde el
segregacionismo y el racismo eran el pan de cada día.
En la
década de 1920 su carrera floreció apareciendo en varios musicales de Nueva York y Londres y haciendo multitud de grabaciones. Las primeras fueron en
1921 para la compañía Black Swans. Black Swans fue el primer sello creado
por y para negros. Fundada en 1921, demostró al resto de compañías la demanda en
el mercado de artistas negros. En 1924 fue comprada por Paramount y suspendió la etiqueta de Black Swans, salvo para reediciones de aquellos antiguos trabajos.
En 1922
grabó para Paramount la aclamada por
la crítica Downhearted Blues, escrita
junto a Lovie Austin, una gran
pianista, compositora y arreglista de jazz y blues. Alberta recibió 368$ en royalties. Pero el pionero productor
afroamericano de blues Ink Williams vendió en secreto los
derechos de grabación a Colombia,
quedándose él con los royalties de las siguientes grabaciones. En Columbia la
grabó Bessie Smith, convirtiéndose
en un enorme éxito, con cerca de 2 millones de copias vendidas. Después de
enterarse, Alberta no quiso volver a
saber nada de Ink Williams.
Vaya, pero es difícil amar a alguien cuando ese alguien no te ama.
Estoy muy disgustada, el corazón roto, también, tengo esta tristeza descorazonada.
Una vez
estuve loca por un hombre, él me maltrataba todo el tiempo.
El siguiente
hombre que me tenga, me tiene que prometer que será mío, todo mío.
Él me
maltrataba y me lanzó fuera de su puerta.
Pero el Buen
libro dice: recogerás lo que siembres.
Caminé por
el suelo, me retorcí las manos y lloré.
Tenía el
corazón triste. No podía estar satisfecha.
Problemas,
problemas, los he tenido toda mi vida.
Parece que
los problemas me van a seguir a la tumba.
Nunca he
amado más que a 3 hombres en mi vida.
Mi padre, mi
hermano y el hombre que arruinó mi vida.
Tengo el
mundo en una botella, el tapón está en mi mano.
La voy a
sostener hasta que se cumplan algunas de mis peticiones.
En 1923
se divorció de su marido, un exsoldado con el que se había casado en 1919. Él
quería que renunciara a su carrera como artista, Alberta se negó rotundamente.
En estos años fue cuando conoció a Lottie
Tyler, sobrina del comediante Bert
Williams, muy conocido en su época. Mantuvieron una relación relativamente
privada hasta la muerte de Lottie.
Pasó a
grabar, hasta 1927, con otro productor mítico, Perry Bradford. Bradford
derribó muchos muros raciales en su época, que habían evitado la grabación del
estilo de su propia cultura a cantantes afroamericanos. La primera grabación de
blues de una cantante afroamericana se la debemos a Bradford, fue en 1920, la cantante Mamie Smith, y el tema Crazy
Blues.
Alberta Hunter junto a Paul Roberson en 1928, Show Boat en Londres |
Posteriormente
actuó en clubes nocturnos de toda Europa
y apareció en 1934 en la temporada de invierno del Hotel Dorchester de Londres con la Orquesta de Jack Jackson. Una de las grabaciones que hizo con Jackson fue Miss Otis Regrets.
El Hotel Dorchester, situado al este de Hyde Park, era y es un hotel de lujo de
5 estrellas. Siempre estuvo frecuentado por ricos y famosos. Durante la Segunda Guerra Mundial y debido a la
fortaleza de su construcción tuvo la reputación de ser uno de los edificios más
seguros de todo Londres, así que multitud de políticos y militares lo eligieron
como su residencia.
Mientras
actuaba en el Dorchester, Alberta hizo varias grabaciones para HMV. HMV (His Master’s Voice - La voz de su amo) es una compañía
discográfica del Reino Unido que
actualmente vende todo tipo de aparatos de sonido y cine. Su nombre y logo es
debido a un famoso cuadro e Francis
Barraud, donde aparece un perro perdiguero llamado Nipper escuchando un gramófono.
Alberta
también apareció en la película Radio
Parade de 1935, que fue la primera película británica en presentar el Dufaycolor (técnica de películas en
color).
Durante
el resto de la década de los 30 y principios de los 40 cumplió compromisos a
ambos lados del Atlántico. Actuó con la gran Bricktop, mote de Ada Smith,
debido a su pelo rojo y pecas. Es una figura legendaria de la cultura
estadounidense. Bailarina, cantante de jazz y vodevil, abrió en 1924 el
aclamado club nocturno Chez Bricktop
de París. Por allí pasaban Cole Porter (que le dedicó su canción Miss Otis Regrets), Duke Ellington o el escritor Scott
Fitzferald. Durante la Segunda
Guerra Mundial se mudó a Méjico
donde abrió otro club nocturno. En 1949 regresó a Europa y mantuvo otro club en Roma
hasta 1961. A pesar retirarse con 67 años de la vida nocturna por estar “cansada de quedarse despierta toda la
noche” continuó actuando como artista de cabaret hasta los 84 años. En 1983
aparece haciendo de ella misma en la película de Woody Allen Zelig, en la que recuerda la visita de Zelig a su club.
Alberta continúo grabando con
gente como Louis Armstrong y Sidney Bechet, otro de los grandes
solistas del jazz. Su carrera no es tan famosa como la de Louis debido a su temperamento errático y ciertos problemas…llegó a
estar en la cárcel un año por disparar a una mujer.
Alberta Hunter también
fue cabeza del primer espectáculo negro de la USO, una corporación sin ánimo de lucro que ofrecía espectáculos a
los miembros de las Fuerzas Armadas de
los EE.UU. Entretuvo a las tropas durante la Segunda Guerra Mundial y durante la posguerra y en los 50 dirigió
grupos de USO durante la Guerra de Corea.
Alberta Hunter en una actuación de la USO. El cártel de detrás: Compra bonos de guerra |
La muerte de su madre en 1957 provocó un cambio radical en su vida. Dejó la música, falsificó un diploma de la escuela secundaria y se puso a estudiar enfermería. Después estuvo 20 años trabajando en un hospital de Nueva York. La obligaron a retirarse pensando que tenía ya 70 años, cuando en realidad tenía 82. Y decidió volver a la música. Durante este período sólo hizo una grabación. El 1 de septiembre de 1961, el crítico de jazz Chris Albertson reunió a Alberta Hunter y Lovie Austin en un estudio para grabar el disco Alberta Hunter with Lovie Austin’s Blues Serenaders, en el que ambas interpretaron Downhearted Blues, la canción que compusieron juntas en 1922. Fue la última grabación de Lovie Austin.
Gracias a
diversos contactos le ofrecieron 2 semanas de actuaciones en el club Greenwich Village, pero fue tal el
éxito que continuó actuando allí hasta su muerte, el 17 de octubre de 1984, con 89 años.
Impresionado por la atención que le estaba prestando la prensa en estos
últimos años, el productor John Hammond (impulsor
y descubridor de artistas como Bessie
Smith, Billie Holiday, Robert Johnson, Bob Dylan o Bruce Springsteen), la contrató para Columbia. Con este compañía grabó sus 3 últimos discos: The Glory of Alberta Hunter, Amtrak Blues y
Look for the Silver Lining. En 1978 también puso la banda sonara en la
película de Alan Rudolph Recuerda mi
nombre, en la que actuaban Geraldine
Chaplin y Anthony Perkins.
De su
vida se hizo una película para televisión (Alberta
Hunter: My Castle’s Rockin, un documental, e incluso un musical (Cookin’ at the Cookery).
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